El público cada vez confía menos en los medios de comunicación, tal y como revela el Barómetro Edelman de Confianza 2017. Vivimos en la locura de la inmediatez. La obsesión por multiplicar "clics", "me gusta", audiencias e ingresos. Da igual cómo. Prima la novedad, frente a la calidad. En este ambiente, las noticias de último minuto ("breaking news") y, muy especialmente, los hechos falsos publicados de forma deliberada ("fake news") ya son epidemia. Para combatirla, la mejor vacuna vuelve a ser el periodismo a secas, el auténtico, "sin aditivos ni edulcorantes", según propone el profesor José Alberto García Aviles, que nos regala "doce verbos que compendian la esencia del periodismo". Te invito a descubrirlos y a conocer más claves que nos dejan otros prestigiosos profesionales. Por ejemplo, que el arte de contar es el arte de pensar. ¿Pensamos?
En su análisis, García Avilés resalta que "estamos metidos en el ojo del huracán de una verdadera revolución (...) Se habla de un periodismo dron, ubicuo, digital, de datos, de investigación, móvil, robotizado, de redes sociales, lento, cívico, algorítmico, social, hiperlocal o especializado, con decenas de etiquetas adosadas, como si la profesión no pudiera bastarse por sí sola y necesitara de otra palabra que la adjetive (...) De todas las etiquetas que lastran al periodismo quizá la más perniciosa sea la de ciudadano. Ahora, nos dicen algunos, cualquiera puede convertirse en 'periodista ciudadano'. ¡Voilá! (...) Del mismo modo que nunca habitaría en una casa construida por un “arquitecto ciudadano”, ni mucho menos pondría mi salud en manos de un “médico ciudadano”, tampoco me fiaría de lo que cuenten esos autoproclamados “periodistas”. Se trata de valorar la diferencia entre el profesional y el amateur".
10 lecciones anti "fake news"
Destaquemos, a continuación, las claves que nos ofrecían en el Festival Gabo que se celebró recientemente en Medellín (Colombia). Allí, representantes de medios, plataformas digitales y la academia discutieron las distintas iniciativas existentes para enfrentarse al problema de la posverdad. Veamos un resumen de las diez lecciones que nos dejan:
- "¿Qué tal si intentamos usar las mismas armas de los desinformadores y difundir verdades como si fueran mentiras?". Usar aplicaciones de mensajería, cadenas de correo electrónico y foros cerrados de discusión.
- "Los medios deben aprender a anticiparse a la difusión de noticias falsas". Ante un acontecimiento de especial magnitud, preparar a la audiencia ante la posible aparición de noticias falsas.
- "No podemos ignorar a quienes nos mandan cadenas con noticias falsas, hay que responderles". Si detectamos una falsedad, responder.
- "Las noticias falsas no son un problema, sino una oportunidad para el periodismo". Los periodistas que verifiquen la información y desmientan las falsedades, serán referentes de credibilidad.
- "No funciona hablar de lo que queremos negar repitiéndolo porque solo reforzamos la mentira". Cuidado con los desmentidos.
- "La gente confía en una información simplemente porque la vio en una plataforma digital". Concienciar a la ciudadanía que lo publicado en una red social no significa que sea real.
- "A veces, el silencio es lo mejor para contrarrestar las noticias falsas". Hay historias tan locas que se descubren por sí mismas.
- "Lo que sucede y se dice en redes sociales no siempre corresponde a la realidad".
- "Estamos en un entorno digital que posibilita que las informaciones falsas existan por la economía del clic". Quien genera "fake news" se lucra. Acabemos con esa rentabilidad.
- "Cuidado con los mecanismos que permiten reportar información falsa". Existe el riesgo de que reporten como falso una noticia real que disgusta.
Periodismo del por qué frente al "breaking news"
Las prisas, la inmediatez, el "breaking news", también pueden dañar la calidad y rigor que deben primar en toda información. ¿Cómo controlarlo? Así lo analiza Allan M. Siegal, editor de noticias del New York Times: “Una historia es inútil si no me dice por qué sucedió algo”. Poynter lo expone con claridad en su artículo “El periodismo del por qué: Cómo luchamos para responder a la pregunta más difícil”, donde propone esa lucha por explicar los hechos (¿por qué sucedió y qué está pasando?), evitando que el periodista caiga en el "azar ciego" y busque más allá de la superficie de la noticia. Por eso, sugieren:
- "Dividir los equipos entre los que desarrollan 'breaking news' y noticias de profundidad.
- "Planificar (...) La audiencia valora la nota propia, la interpretación, el análisis, el por qué".
- "Organizar cobertura con el apoyo de especialistas".
- "Es importante identificar en el equipo qué redactores tienen más potencial para el 'breaking news'".
Periodismo lento: el arte de contar, arte de pensar
Otro periodista, Alfredo Casares, fundador de @DNLaboratorio, nos deja más claves en el artículo "Periodismo lento para tiempos acelerados". De esta forma comienza su reflexión:
"Si el 'arte de pintar es el arte de pensar', como defendía Magritte, podemos decir que el arte de contar también es un arte de pensar. Reflejar la realidad requiere un ejercicio previo para afinar nuestra mirada, calibrar lo que vamos a relatar y asumir qué fin perseguimos. Y pensar es un verbo que se alimenta de tiempo (...) No me siento cómodo en ese periodismo del aquí y ahora, de la aceleración constante, en el que ser valioso se equipara a ser veloz, visual, nuevo, ubicuo. Es frustrante aceptar que nuestra voz se reduzca a una vibración más en el bolsillo de cualquier ciudadano (..)"
"El periodismo lento o 'Slow Journalism' es una propuesta alternativa de relacionar a los ciudadanos con la sociedad en la que viven, basada en dedicar tiempo a comprender y a contar (...) Susan Goldberg, directora de National Geographic, incluye un matiz preciso al diferenciar entre periodismo rápido, 'que se centra en la información”, y ese periodismo lento, que tiene que ver “con el significado de lo que ocurre, con el sentido de las cosas'(...)".
Casares concluye: "No se trata solo de dedicar tiempo y espacio. Deberíamos además construir un relato que tenga impacto en la sociedad (...) Quizá deberíamos dedicar tiempo a aprender de las personas que saben mirar y practican el arte de hacerse las preguntas adecuadas. Suelen ser personas que además albergan el coraje y la generosidad necesarios para comprometerse, compartir, actuar y encarar la vida con un optimismo inconformista, no como una postura ingenua sino como el combustible que alimenta el motor del cambio social".
¿Y tú? ¿Haces autocrítica? ¿Opinas que la credibilidad es el mejor modelo de negocio para un medio de comunicación? ¿Cuál es tu experiencia con las noticias falsas y de último minuto? Recuerda que desde tu rinconcito también puedes -debes- ahogar el mal en abundancia de bien ayudando a embellecer el mundo. Comunica y vuela alto. Hasta pronto, si Dios quiere.
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